Es proverbial la carencia de precipitaciones que el clima de Cartagena soporta sobre todo en los meses estivales donde la aridez se hace más palpable. Para solucionar este déficit han sido muchas las soluciones que a lo largo de su larga historia se han ido adoptando y una de ellas es la que vamos a explicar en este breve comentario. Se trata del aprovechamiento de agua pluvial que se precipita por los montes de Galeras y Atalaya. Existe todo un extenso sistema de recogida de aguas con canalizaciones y zonas que se han cementado para que la recogida de esta agua sea más limpia.
En el siglo XIX aún no se habia garantizado un suministro de agua a una plaza de gran importancia estratégica en la defensa del país como los es Cartagena por esto toda cantidad de agua que pudiese ser recogida por estos medios muy valiosa sería para el arsenal y la propia ciudad. Existian canalizaciones de manantiales y fuentes cercanas pero con caudales escasos y de mala calidad por esto hasta 1945 que llegan las aguas del Taibilla el problema estaba pendiente de solucionarse.
Pensamos que aunque son construcciones rudimentarias y en parte están muy deterioradas podrían catalogarse como BIC y con ello conservar un ejemplo de como en el pasado se valoraba el agua por ser un gran recurso estratégico.
También catalogando como BIC a todo este sistema de recogidas de agua podemos conservar mejor todo el entorno natural por donde discurre que es una auténtica maravilla de la naturaleza.